martes, 30 de agosto de 2011

Concienciándonos y vacunándonos

¿Cómo superar la exigente aventura china de hace un año? Esta vez el idioma y el cansancio de llevar la mochila a cuestas no van a ser el mayor reto que nos encontremos. Mucha gente te advierte de lo que vas a ver en la India, la pobreza extrema de un país emergente que no tiene suficientes recursos para sus 1250 millones de habitantes. Hacer un ejercicio de conciencia de lo que vamos a ver y a vivir puede ser beneficioso de cara a enfrentarnos al viaje con la moral alta. No seríamos ni los primeros ni los últimos viajeros que se hunden al llegar a Delhi y pasan días llorando sin querer salir a la calle.


La pobreza lleva consigo implícita la falta de limpieza, y ese tal vez sea otro de los retos a los que tendremos que enfrentarnos acostumbrados a nuestras limpias vidas en España. Esta vez los escrúpulos van a tener que quedarse en casa y creo que ni las toallitas húmedas van a conseguir que mantenga un estado higiénico. Si los olores en China eran especialmente fuertes, la India tiene pinta de superar, de largo, la experiencia olfativa del gigante asiático.


Por último, el riesgo de caer enfermo será mucho más alto que en otros países. Con alojamientos a 1,25 euros habrá que cuidarse especialmente de qué comemos y dónde dormimos. De hecho se dice que para disfrutar plenamente de la India tienes que caer malo al menos un día, ese día en el que tu cuerpo se hace inmune a los virus indios y puedes considerarte ya uno más en el país. Por si acaso el tratamiento contra la malaria y la fiebre tifoidea (pastillas), el repelente antimosquitos y la hepatitis A son recomendables para viajar al país. El tétanos, hepatits B, meningitis y cólera también pueden ser aconsejadas, aunque para viajes más largos.

Esperemos no sufrir ninguna baja...

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