jueves, 22 de marzo de 2012

Todo camino tiene un destino

Moscú, 24 de marzo


 
A las 6 de la mañana aterrizamos en Moscú... Javi, Diana, Mabel y Julián tenían medio día para volver a visitar la ciudad. A Encarna y a mí nos quedaban todavía 24 horas para coger el vuelo y unas 30 para llegar a nuestras casas la noche del domingo. Llegar a Moscú esta vez fue mucho más sencillo, ya sabíamos donde coger el tren, su precio y donde nos dejaba... aprovechamos la mañana para ver algunas estaciones más de metro y luego nos fuimos a la zona del Kremlin y la Plaza Roja. Había pasado casi un mes desde que visitamos Moscú y aunque no hacía mucho frío, las temperaturas habían bajado.



Comimos como no en el McDonalds, disfrutando por fin de una buena hamburguesa de ternera... nada de pollo ni de cordero. Por cierto los McDonalds en Moscú están llenos hasta la bandera, se ve que tantos de años de comunismo les ha hecho abrazar los símbolos del capitalismo con mucha fuerza. El llevar dos días sin tocar el agua nos ayudó a hacernos un hueco en el McDonalds. Después de una última visita a la Plaza Roja y de hacernos la famoso foto Tetris que no pudimos realizar en la ida, llegó el momento de la despedida. Diana, Javi, Mabel y Julián debían de partir al aeropuerto.


Encarna y yo una vez solos decidimos ir a visitar el Kremlin. Dentro se encontraba la campana más grande del mundo y Encarna llevaba 24 días soñando con verla... ¿la castigaría el dios del viaje sin verla?. No fue así, Encarna pudo disfrutar de la campana, que realmente era tremenda y del Kremlin con un sol estupendo, nuestro broche final del viaje. Dentro del Kremlin varias capillas pintadas típicas rusas, las famosas cúpulas doradas, unos bonitos jardines con agradables vistas al río y por supuesto la campana. Dentro de qué ver en Moscú es una visita más que recomendable.


Del fin de la aventura del resto en el aeropuerto, sólo podemos contar que Javi, cayó dos veces en la misma piedra y se tomó de nuevo un café en el aeropuerto de Moscú pagando como hacía un año cuando fue a China 7 euros. Mientras Encarna y yo decidimos visitar otra zona de Moscú... y esta vez parece ser que fuimos por la Milla de Oro Moscovita... edificios antiguos con boutiques en sus bajos, anchas avenidas... muy distinto a lo que vimos en el viaje de ida. Llegamos ya de noche a un parque con figuras de payasos y ahí decidimos ya volver al centro de Moscú. Nuestra última imagen del viaje fue la catedral de San Basilio iluminada de noche.


Después de una noche en el aeropuerto totalmente agotados y oliendo todavía a India y Rusia llegamos a Madrid poniendo fin a nuestro viaje. Finalizamos, la Ruta del Himalaya.

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