Relax Jainista

Ranakpur, 10 de septiembre

¡Misión cumplida! hemos endiñado el billete con celo a los del hotel. Saliendo de Jodphur, Rej nos llevó a una fábrica donde vendían más vistosas y horteras telas indias. Aquí Mabel y Javi dejaron un regalo en el baño tan grande que todavía están limpiando los retretes. Al menos compraron alguna funda o tela para pagar los litros de lejía que van a tener que usar para desinfectar ese baño. Después de tres horas de viaje llegamos a Ranakpur. Durante el viaje, Rej nuestro conductor paró en medio de una carretera para comprar a Encarna unos plátanos buenísimos que pudimos probar todos.

Aunque Ranakpur acaba por "pur" como el 90% de las ciudades restantes de la India ("pur" significa ciudad fundada por), Ranakpur no tiene nada que ver con todo lo que hemos visto antes. Aquí no hay motos ni coches ni agobios de cientos de personas. Esto es sólo una carretera con algunas casas y dos o tres hoteles en un lateral y un río al otro lado.

Después de dejar las cosas en el hotel, que hasta piscina tenía, nos fuimos al templo Jainista de Ranakpur. En realidad es un templo enorme rodeado por otros tres templos más pequeños. Los templos situados entre montañas parecían un paisaje más típico de Camboya que de la India. Montones de monos vivían en los alrededores del templo y Javi se animó a darles de comer.

En cuanto al templo es realmente increíble, de lo más espectacular que hemos visto hasta el momento. Todas sus columnas y paredes están talladas con figuras e imágenes. En cada lateral del templo hay un elefante de mármol por el que la gente pasaba y tocaba unos bongos que estaban al otro lado, suponemos que dará suerte, como tocar la campana de la entrada. Realmente ni el video ni las fotos que hicimos hacen justicia a este lugar, realmente espectacular.

Cuando nos dimos cuenta un grupo de mujeres y niñas habían rodeado a Diana y la miraban con cara de alucinadas mientras la decían "hello" y Diana las saludaba cual Angelina Jolie en la premiere de su última película. Paseando por la carretera llegamos a un río donde unos chavales con las hormonas revolucionadas se bañaban junto a unos bueyes. Estos chicos empezaron a hacer movimientos con la pelvis mientras miraban a nuestras chicas. La verdad es que esos calzoncillos mojados que llevaban dejaban poco a la imaginación, aunque tampoco había mucho que imaginar. Como dijo Mabel "tendrán que entretenerse con algo".

Por la tarde hicimos una pequeña ruta por los montes cercanos al poblado. Subimos a un pantano con unas vistas espectaculares con Rej y un amigo suyo (este hombre tiene amigos en cada pueblo) y allí pasamos el resto de la tarde haciendo fotos y hablando hasta que empezó a anochecer. En este pantano supuestamente había cocodrilos, pero nosotros no vimos ninguno.

De vuelta al hotel decidimos meternos en la piscina un rato para matar las pulgas que arrastramos desde el desierto de Jaisalmer. Mientras estábamos en el hotel recibimos la visita de Rej que nos traía chocolate, Encarnita se lo había pedido por la tarde y el hombre había hecho todo lo posible por conseguirlo... creemos que cuando lleguemos a Agra a ver el Taj Mahal Encarna tendrá su propio Taj Mahal de chocolate al lado del original.

Mañana salimos hacia Udaipur.